POR: EDGARDO MALASPINA
Calabozo: Cuna de los estudios médicos guariqueños
El Colegio Federal de Calabozo del Estado Guzmán Blanco, al ser llevado a la primera categoría con la prerrogativa de conferir títulos de Doctor en Ciencias Médicas, es el antecesor institucional del Programa Dr. José Francisco Torrealba del área de Ciencias de la salud de la Universidad Rómulo Gallegos.
Calabozo no sólo es la cuna de los estudios médicos guariqueños sino tambien de la educación en la región. Como en casi todos los pueblos de Venezuela durante la época colonial en el Guárico la educación era impartida por los padres, los misioneros, los curas y los maestros particulares. Según Lucas Guillermo Lara a la llegada del Obispo Martí en Calabozo no había escuela. El Cabildo de la ciudad se dirigió a Martí solicitándole la apertura de una escuela pública con su preceptor y estatutos respectivos. El Ayuntamineto se comprometía a pagar una renta de 25 pesos anuales al maestro. Los padres debían cancelar mensualmente 2 reales por leer, 4 reales por leer y escribir, 4 reales por contar y 8 reales por estudios de gramática. Los pobres estaban exonerados de pago. El Obispo estuvo de acuerdo y la institución recién creada fue denominada Escuela Pública de Primeras Letras y Latinidad. Su primer preceptor fue Don José Julián Llamosa. Esto sucedía en 1780. La educación religiosa era la asignatura fuerte de la escuela, los alumnos debían asistir a misa todos los días y confesarse una vez al mes. El maestro debía trabajar todos los días de 8 a 10 y media de la mañana y de 3 a 5 de la tarde. Los domingos eran libres. Se rezaba antes de iniciar la clase. Se estudiaba gramática con los textos de Nebrija. Con el tiempo los estudiantes debían estudiar todas las materias en latín. La poesía era muy importante. Leían a Ovidio, Virgilio y Homero. Las oraciones y construcciones idiomáticas de Cicerón eran estudiadas en retórica.
En 1786 la escuela funcionaba y se le llamaba de Primeras Letras, Latinidad y Retórica de Calabozo. El maestro, en los informes del Cabildo, es nombrado como “el escolero público”.
Dos Médicos son los primeros Rectores del Colegio Nacional de Calabozo
El Dr. Adolfo Rodríguez en su obra El Estado Guárico, orígenes, Mundo y Gente dice que el 13 de julio de 1839 es decretado el Colegio Nacional de Calabozo, “cuyo primer rector nominado es Bartolomé Liendo, pero el efectivo será el médico zuliano José de Briceño...”
Doctor Bartolomé Liendo
Bartolomé Liendo participó en las guerras independentistas desde 1814. Su ingreso lo hace con la emigración a Oriente. Liendo se hizo Ferviente bolivariano desde esa época. Cuentan que el Libertador lo ayudó a subir un barranco, siendo Bartolomé un muchacho. El Dr. Liendo recibió su título de médico en la Universidad de Colombia el 26 de Noviembre de 1826. Fue admitido en la Facultad Médica de Caracas el 19 de mayo de 1832. La revalida se le aceptó sin examen.
Liendo había tomado parte en la batalla de Aragua de Barcelona y otros combates. Viajó a Nueva Granada donde realizó sus estudios de medicina. Bolívar lo designó cirujano del ejército de la Gran Colombia. Se incorporó como Doctor en Medicina y Cirugía de la Universidad Central de Venezuela el 26 de Junio de 1847. Antes, en 1836; aparece en una comisión de la Facultad de Medicina para investigar un volcán de la Parroquia de Sanare, Cantón Tocuyo. Liendo nació en Caracas en la última década del siglo XVIII y murió en esa misma ciudad a una edad muy avanzada. Dejó una numerosa descendencia.
Doctor José de Briceño
El Libertador pasó por Maracaibo en 1821 y reclutó al joven José de Briceño para incorporarlo al ejército republicano. Tenía 14 años el futuro doctor José de Briceño. Su nacimiento data del 12 de noviembre de 1807 en Maracaibo, siendo sus padres Don Domingo Briceño y Briceño y Doña Ramona Carmona. El niño José participó en la Batalla de Carabobo con el batallón Tiradores de La Guardia.
José de Briceño estudió en Europa química, matemática e idiomas. Estudió Medicina en la Universidad Central de Venezuela. Se graduó de Doctor en Medicina el 28 de octubre de 1838. Tuvo siete hijos con Doña Rosalía Alamo. En 1839 fue designado Rector del Colegio Nacional de Calabozo. Aquí se destacó como gran pedagógo. En 1853 sucedió al Doctor José María Vargas en la cátedra de Anatomía de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela. Desempeñó ese cargo por treinta años y por la mitad de la dotación mensual correspondiente a la cátedra. A la muerte de Vargas en Nueva York el 13 de julio de 1854 se sacó la cátedra a concurso por edicto convocatorio el 5 de septiembre de 1854 y se opusieron: José Arnal, Ramón Ramos y José de Briceño. Ganó el Dr. José de Briceño y se le declaró catedrático propietario el 23 de enero de 1855.
El Dr. Briceño enseñaba la Anatomía siguiendo el mismo método de Vargas. En 1874 utilizaba la misma obra de Vargas, argumentando: “El texto seguido, hasta hoy, en la clase de Anatomía que regento es la obra del Sr. Dr. José Vargas, mi ilustre antecesor, compuestamente expresamente para la enseñanza de ésta ciencia en la Universidad de Caracas. En mi larga carrera del profesorado no he encontrado libro más competente ni que mejor llena el honorable fin que se propuso nuestro sabio maestro. Y a falta de las razones que de lo expuesto se desprenden para recomendar la continuación de la enseñanza en ésta cátedra por el libro que nos sirve de guía hoy todavía, la grata memoria del eminente facultativo y distinguido ciudadano, que fue su fundador, sería por si solo motivo suficiente para pedir y suplicar que asi se acordase”.
En 1865 fue concejal del Ilustre Ayuntamiento del Distrito Federal. Allí defendió a Andrés Bello de algunos detractores que se negaban a colocar su retrato en el Salon de Sesiones. Presidió la Facultad Médica de Caracas. Fue vicerrector de la Universidad Central de Venezuela en 1870.
Su carácter era alegre y festivo. Tuvo muchos éxitos en su práctica médica. En 1873, siendo presidente del Consejo Municipal del Distrito Federal (Gobernador) inauguró los carnavales de Caracas. Un cuarteto recuerda esa momento:
Gloria, Gloria a Don José
que inauguró el Carnaval
esta fiesta sin igual
promovida por él fue.
El Doctor José Briceño fue también catedrático de Higiéne y Fisiología de la facultad de Medicina de la UCV y fundador de la Academia Nacional de Historia. Recibió La Órden del Libertador y la Medalla de Instrucción Pública.
Escribió mucho. Entre sus obras tenemos: Fisiología: Experimentos que prueban que el nervio glosofaríngeo es el especial del gusto, Colera Morbus, el Gremio Médico en Caracas en el año 1877, La Espada Redentora de los Humanos; una biografía de su tío, el Doctor Antonio Nicolás Briceño.
El Doctor José de Briceño fue un médico práctico destacado. El 17 de marzo de 1853 la facultad médica, por proposición del Dr. Toribio González, autorizó a su director, Dr. José de Briceño, para que manifieste al Gobierno la aparición bien comprobada de la fiebre amarilla en Caracas y sugerir las medidas de órden sanitario convenientes. El Dr. José de Briceño pasó sus últimos días en su fundo agrícola.
El Doctor Francisco Antonio Rízquez, su discípulo dijo de él: “Aquel viejo de voz recia, de mirada escudriñadora, de hablar ameno, ocupando la curul donde se había sentado el que llamaba invariablemente con tono de respetuosidad, hoy anacrónico, el Doctor Vargas, me impresionó honda y gratamente... Pepe Briceño, como familiarmente le llamábamos a espaldas sus discípulos, era un catedrático sugestivo hasta donde podía serlo en aquella materia, cuando se acostumbraban las prácticas anatómicas de obligación”.
El Colegio Federal de Calabozo es llevado a Primera Categoría y otorga títulos de Doctor en Ciencias Médicas
El Doctor Campins y Ballester abrió en la Universidad de Caracas la cátedra de Medicina el 10 de octubre de 1736. En 1775 la Universidad de Caracas otorgó el título de Bachiller en Medicina a José Francisco Molina, procedente de Puerto Cabello. En esa época los estudiantes cursaban tres años de latín, tres de filosofía y tres de bachillerato en medicina. Para recibir el título de Doctor en Medicina se requerían tres años más de estudios.
La facultad de Medicina de Caracas fue instalada en 1827 con las reformas programadas por Vargas y refrendadas por Simón Bolívar.
Otras ciudades del país no se quedaban atrás con respecto a las cátedras de medicina. El Real Colegio de Mérida fundó su cátedra de Medicina en 1805. En 1850 el Colegio de Cumaná abrió su primer curso de medicina. El Colegio de Carabobo inauguró un curso médico en 1852. En 1854 lo hizo Maracaibo. La Escuela Médica de Guayana empezó a funcionar en 1858.
Desde el 8 de junio de 1875 se reorganizaron los colegios de la República y se crearon otros en cada capital de Estado. Se dividieron los colegios en tres categorías: Federales, Seccionales y de Primera Categoría. Estos últimos tenían la función de administrar tanto la enseñanza secundaria como la superior. El nombre de primera categoría servía para distinguirlos de los simplemente Colegios Federales que estaban unicamente destinados al suministro de la enseñanza secundaria.
Entre los colegios de primera categoría con escuelas de medicina estaban el de Falcón – Zulia, creado en 1881 y el de Barquisimeto fundado en 1884.
El colegio de primera categoría de Calabozo fue decretado el 29 de agosto de 1883, y podía otorgar los títulos en Ciencias Políticas, Ciencias Eclesiásticas y Ciencias Médicas.
Los colegios de primera categoría que tenían escuelas de medicina por lo general contemplaban en sus programas las siguientes materias: primer año, Anatomía General e Higiéne; segundo año, Anatomía Descriptiva y Fisiología; tercer año, Patología General, Cirugía General y Medicina Operatoria; cuarto año, Patología Interna, Cirugía Especial y Obstetricia; quinto año, Química Orgánica, Terapéutica y Materia Médica, y sexto año, Medicina Legal y Toxicología. El programa de la facultad de Medicina del colegio de primera categoría de Calabozo se diferencia muy poco del arriba descrito.
La facultad de Ciencias Médicas la conformaban el Doctor Estanislao Landaeta en la presidencia; Ignacio Oropeza Blanco en la Vicepresidencias; el Doctor Cecilio Sarmiento en la secretaría; y los vocales Pedro María García, Miguel Antonio Montiel, Juan Bautista Rodríguez, José Francisco Delgado y Antonio María Parra.
En 1883 se inician las clases. El Dr. Oropeza enseña Anatomía y el Dr. Landaeta se encarga de Higiene. Nueve estudiantes se inscriben, entre ellos Vicente Viana Camacho, Lazo Martí, Carlos Segundo Madera y José María Carreño Pérez.
Vicente Viana Camacho obtuvo su título de Doctor en Ciencias Médicas en 1890 y luego en la Universidad Central de Venezuela se graduó de Agrimensor Público y de Procurador Judicial. Se dedicó a la abogacía y fue presidente de la Corte Suprema del Estado Guárico. Defendió el derecho de Calabozo para ser capital del Estado. Nació en 1864 y murió en 1948.
En 1888 reciben su título de Bachiller en Ciencias Médicas Lazo Martí, José María Carreño y Carlos Segundo Madera.
José María Carreño Pérez nació en Calabozo en 1868. Fue un gran orador. En 1911 pronunció un memorable discurso con motivo de la inauguración de los servicios públicos en el Hospital de San José de Calabozo. Escribió para el periódico Argos. Publicó El Centenario de la Independencia. Murió en 1912.
Carlos Segundo Madera nació misión de Los Angeles en 1861. Ejerció la medicina como un verdaderoapostol. Compartió su profesión con el periodismo y la poesía. Fue amigo de Lazo Martí, este le dedicó el poema Hojas de Hiedra. El 8 de febrero de 1887 es designado profesor de inglés en el colegio. Fue muy querido y apreciado por su talento y gran calidad humana. Murió en Calabozo en 1927.
Angel Rafael Acosta dice: “El Doctor Carlos Segundo Madera nace en el año de 1861 y muere en Calabozo en 1927. Hijo de Urbano Madera y Mercedes de Madera, gente humilde y trabajadora. Su padre fue campesino y agricultor en la Misión de Arriba y hombre de recia formación llanera acostumbrado a las labores del campo en vegas y prados de su propiedad existentes para ese entonces en las costas del río Guárico. Madera resultó el más destacado de sus seis hermanos: Agapito, Ceferino, Manuel, Rosaura, Felícitas y Simona. Joven ingresa al Colegio Federal de Primera Categoría llamado “Guzmán Blanco” que existió en Calabozo en las décadas finales del siglo XIX bajo el rectorado, primero, del notable pedagogo Angel Moreno y Fernández y más tarde, de don Evaristo Fombona, abuelo de Rufino Blanco Fombona. Allí cursa sus estudios de Medicina hasta obtener el doctorado. Contemporáneo del poeta Francisco Lazo Martí y el periodista, abogado y tribuno Filiberto Rodríguez Motamayor, sus dos entrañables amigos, el doctor Madera cultivó asimismo, dentro de la cátedra y los estudios, la amistad y el compañerismo de José María y Francisco Carreño, de Arístides Landaeta, Rafael Parra y otras figuras que sobresalieron como profesionales y científicos.
Negro de pelo achicharronado, como se ve en la gráfica; caballero y ciudadano de altas virtudes; culto en el hablar y fino en la cortesía y el trato social, Carlos Segundo Madera, por las mismas cualidades humanísticas que le singularizaron en su vida de hombre y de científico, gozó de acendrado aprecio en la sociedad de su tiempo. Fue compadre de sacramentos de Filiberto Rodríguez Motamayor, de Vicente Viana Camacho, de José Rafael Viso, de los doctores Luis Ascanio García y Miguel A. Espinosa y del General Juan Andrés Acosta. El poeta Lazo Martí, además de honrarle con su amistad, le dedicó en vida varios de sus magistrales poemas. Llevó a la pila bautismal en Calabozo a Marco Aurelio Rodríguez, a Pedro Viana González, a Rafael Angel Viso Pittaluga, a José Ramón Ascanio Rodríguez, al Dr. Alfonso Espinosa y al que esto escribe. El doctor y general Roberto Vargas, hombre parco en el elogio de los mismos, ponderaba siempre los méritos del Doctor Madera diciendo que era un médico de piel negra pero que tenía el alma blanca. El pueblo calaboceño lo recuerda con cariño desde la época de la gripe española cuando el científico y el hombre se conjugaron en alma y corazón para socorrer a los enfermos con solicitud y humanidad víctimas de la tremenda epidemia.
Madera, el médico, el amigo y el compañero, lloró como el que más la muerte de Lazo Martí. Cuando el poeta, en el mismo año de su fallecimiento, regresa de Barinas a Calabozo y lo ve partir, dramáticamente deshecho por la enfermedad, rumbo a Caracas y Maiquetía en solicitud de alivios para sus graves quebrantos, exterioriza a persona de su intimidad los temores y la angustia que le embargan ante la deplorable salud del bardo llanero. En ese amargante trance sentimental, por la piel oscura del galeno calaboceño, rodaron a hurtillas encendidas lágrimas de dolor”. (41)
El segundo año de Ciencias Médicas se inicia en 1884. Anatomía Descriptiva enseña Cecilio Sarmiento; y Fisiología es dictada por Estanislao Landaeta.
El Dr. Cecilio Sarmiento además de médico era escritor, periodista y orador. Se destacó como impulsor de la cultura regional. Fue tambien vicerector del colegio de primera categoría de Calabozo en 1882. Escribió la obra “Sobre la loza de mi amigo Clemente”.
En 1884 la facultad de Ciencias Médicas atraviesa una crisis: No hay instrumentos quirúrgicos ni esqueletos para los estudios.
En 1885 José Gregorio Domínguez es nombrado para regentar la cátedra de Anatomía y se inicia el tercer año de medicina con Patología General, Cirugía General y Medicina Operatoria. El Dr. Francisco Monroy González es presidente de la facultad de Ciencias Médicas.
Francisco Monroy González nació en Calabozo en 1860. Fue tambien escritor y periodista. En 1886 junto con el Dr. Estanislao Landaeta publicó el periódico La Palabra en el cual se emitían opiniones científicas y literarias. En 1888 fue Rector del colegio. Fue profesor de Patología Interna y General, comisionado del Ministerio de Sanidad. En 1883 pronunció en la Sociedad Amigos del Saber el discurso “¿Tiene el pueblo de Venezuela la suficiente educación para regirse por el sistema federal?”. Como médico recorrió el Guárico aplicando sus conocimientos a favor de la salud de sus pobladores. Murió en 1932.
El 14 de diciembre de 1885 son nombrados Monroy para dirigir la cátedra de Patología General e Interna; y Cecilio Sarmiento en la de Cirugía y Obstetricia.
En septiembre de 1885 se inicia el cuarto año de medicina con Patología Interna, Obstetricia y Cirugía. Lazo Martí da clases de alemán.
En 1887 el quinto año de medicina arranca con Química Inorgánica, Terapéutica y Materia Médica. Las prácticas las realizan los estudiantes durante dos años en la clínica del Hospital de Beneficiencia de Calabozo. En la clase de Anatomía carecen de los instrumentos necesarios.
En 1888 en el sexto año de medicina se estudia Química Orgánica, animal y vegetal, Medicina Legal y Toxicología.
Ese mismo año aparece el Dr. José Ignacio Oropeza Blanco como profesor de Anatomía General y Descriptiva. El sueldo de un profesor es de 120 bolívares. Comienzan sus estudios médicos Carlos Hulsen, Paulo Emilio Landaeta, Francisco García, José Tomás Crúces y Rafael Parra.
En 1893 la facultad de Ciencias Médicas estaba dirigida por Estanislao Landaeta como presidente y Monroy González en la vicepresidencia. Los vocales eran José María Carreño, Juan Bautista Rodríguez, Guillermo Rodríguez, Arístides Landaeta, Carlos Segundo Madera, Viana Camacho y Luis Ascanio.
Luis Ascanio nació en Calabozo en 1868. Fue médico y poeta. Escribió sobre literatura, historia y temás científicos. Realizó una obra humanitaria importante. Murió en Calabozo en 1953.
En 1894 obtienen el título de Doctor en Ciencias Médicas Francisco Carreño, Paulo Emilio Landaeta, Carlos Hulsen y Rafael Parra Soto.
Paulo Landaeta nació en Calabozo en 1870. Fue un médico dedicado a los pobres, a quienes atendía y regalaba los medicamentos. Se le recuerda como hombre honorable y cortez. Contrajo matriomonio con Margarita Lazo Martí, hermana del poeta.
En 1895 comienza un nuevo curso de medicina con cinco alumnos. Los profesores son Monroy González y Paulo Landaeta. José María Carreño trabaja en el tercer año.
En 1897 Lazo Martí es vicerrector del colegio y dicta clases de Patología Interna a los alumnos del cuerto año. Además funcionan el segundo y el quinto año. Los estudiantes de éste último curso se retiran del colegio y se incorporan a la carrera de medicina en la Universidad Central de Venezuela.
A principios del siglo XX desapareció el Colegio de Primera Categoría de Calabozo.
El primer Médico graduado en Guárico
El primero en recibir el título de Doctor en Ciencias Médicas en el Colegio de Primera Categoría de Calabozo fue el bachiller Antonio María Parra. El jurado examinador lo constituían Miguel Antonio Montiel, Juan Bautista Rodríguez, Ignacio Oropeza Blanco, Estanislao Landaeta y Cecilio Sarmiento. El examen se realizó en el Salón de actas del Colegio el 17 de noviembre de 1883. Veinticuatro horas antes Parra había escogido su pregunta a la suerte. Su tema era “Todo paciente bajo la influencia de caquexia palúdica si no puede huir del paludismo (la causa) esta fatalmente condenado a muerte”. Hizo su exposición. En el examen se trataron puntos como la fiebre intermitente de los niños de pecho y de la segunda infancia y su diferencia con los adultos, y la afasia como accidente raro de la infancia.
Cada examinador interrogó a Parra por media hora. Lo aprobaron con la calificación de sobresaliente. El candidato pidió el grado de Doctor acompañado del Monseñor Sendrea. El Rector le impuso el grado con el Busto del Libertador.
El segundo grado de Doctor fue concedido al bachiller Juan José Bracho el 10 de noviembre de 1885.
El Colegio Federal de Calabozo del Estado Guzmán Blanco, al ser llevado a la primera categoría con la prerrogativa de conferir títulos de Doctor en Ciencias Médicas, es el antecesor institucional del Programa Dr. José Francisco Torrealba del área de Ciencias de la salud de la Universidad Rómulo Gallegos.
Calabozo no sólo es la cuna de los estudios médicos guariqueños sino tambien de la educación en la región. Como en casi todos los pueblos de Venezuela durante la época colonial en el Guárico la educación era impartida por los padres, los misioneros, los curas y los maestros particulares. Según Lucas Guillermo Lara a la llegada del Obispo Martí en Calabozo no había escuela. El Cabildo de la ciudad se dirigió a Martí solicitándole la apertura de una escuela pública con su preceptor y estatutos respectivos. El Ayuntamineto se comprometía a pagar una renta de 25 pesos anuales al maestro. Los padres debían cancelar mensualmente 2 reales por leer, 4 reales por leer y escribir, 4 reales por contar y 8 reales por estudios de gramática. Los pobres estaban exonerados de pago. El Obispo estuvo de acuerdo y la institución recién creada fue denominada Escuela Pública de Primeras Letras y Latinidad. Su primer preceptor fue Don José Julián Llamosa. Esto sucedía en 1780. La educación religiosa era la asignatura fuerte de la escuela, los alumnos debían asistir a misa todos los días y confesarse una vez al mes. El maestro debía trabajar todos los días de 8 a 10 y media de la mañana y de 3 a 5 de la tarde. Los domingos eran libres. Se rezaba antes de iniciar la clase. Se estudiaba gramática con los textos de Nebrija. Con el tiempo los estudiantes debían estudiar todas las materias en latín. La poesía era muy importante. Leían a Ovidio, Virgilio y Homero. Las oraciones y construcciones idiomáticas de Cicerón eran estudiadas en retórica.
En 1786 la escuela funcionaba y se le llamaba de Primeras Letras, Latinidad y Retórica de Calabozo. El maestro, en los informes del Cabildo, es nombrado como “el escolero público”.
Dos Médicos son los primeros Rectores del Colegio Nacional de Calabozo
El Dr. Adolfo Rodríguez en su obra El Estado Guárico, orígenes, Mundo y Gente dice que el 13 de julio de 1839 es decretado el Colegio Nacional de Calabozo, “cuyo primer rector nominado es Bartolomé Liendo, pero el efectivo será el médico zuliano José de Briceño...”
Doctor Bartolomé Liendo
Bartolomé Liendo participó en las guerras independentistas desde 1814. Su ingreso lo hace con la emigración a Oriente. Liendo se hizo Ferviente bolivariano desde esa época. Cuentan que el Libertador lo ayudó a subir un barranco, siendo Bartolomé un muchacho. El Dr. Liendo recibió su título de médico en la Universidad de Colombia el 26 de Noviembre de 1826. Fue admitido en la Facultad Médica de Caracas el 19 de mayo de 1832. La revalida se le aceptó sin examen.
Liendo había tomado parte en la batalla de Aragua de Barcelona y otros combates. Viajó a Nueva Granada donde realizó sus estudios de medicina. Bolívar lo designó cirujano del ejército de la Gran Colombia. Se incorporó como Doctor en Medicina y Cirugía de la Universidad Central de Venezuela el 26 de Junio de 1847. Antes, en 1836; aparece en una comisión de la Facultad de Medicina para investigar un volcán de la Parroquia de Sanare, Cantón Tocuyo. Liendo nació en Caracas en la última década del siglo XVIII y murió en esa misma ciudad a una edad muy avanzada. Dejó una numerosa descendencia.
Doctor José de Briceño
El Libertador pasó por Maracaibo en 1821 y reclutó al joven José de Briceño para incorporarlo al ejército republicano. Tenía 14 años el futuro doctor José de Briceño. Su nacimiento data del 12 de noviembre de 1807 en Maracaibo, siendo sus padres Don Domingo Briceño y Briceño y Doña Ramona Carmona. El niño José participó en la Batalla de Carabobo con el batallón Tiradores de La Guardia.
José de Briceño estudió en Europa química, matemática e idiomas. Estudió Medicina en la Universidad Central de Venezuela. Se graduó de Doctor en Medicina el 28 de octubre de 1838. Tuvo siete hijos con Doña Rosalía Alamo. En 1839 fue designado Rector del Colegio Nacional de Calabozo. Aquí se destacó como gran pedagógo. En 1853 sucedió al Doctor José María Vargas en la cátedra de Anatomía de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela. Desempeñó ese cargo por treinta años y por la mitad de la dotación mensual correspondiente a la cátedra. A la muerte de Vargas en Nueva York el 13 de julio de 1854 se sacó la cátedra a concurso por edicto convocatorio el 5 de septiembre de 1854 y se opusieron: José Arnal, Ramón Ramos y José de Briceño. Ganó el Dr. José de Briceño y se le declaró catedrático propietario el 23 de enero de 1855.
El Dr. Briceño enseñaba la Anatomía siguiendo el mismo método de Vargas. En 1874 utilizaba la misma obra de Vargas, argumentando: “El texto seguido, hasta hoy, en la clase de Anatomía que regento es la obra del Sr. Dr. José Vargas, mi ilustre antecesor, compuestamente expresamente para la enseñanza de ésta ciencia en la Universidad de Caracas. En mi larga carrera del profesorado no he encontrado libro más competente ni que mejor llena el honorable fin que se propuso nuestro sabio maestro. Y a falta de las razones que de lo expuesto se desprenden para recomendar la continuación de la enseñanza en ésta cátedra por el libro que nos sirve de guía hoy todavía, la grata memoria del eminente facultativo y distinguido ciudadano, que fue su fundador, sería por si solo motivo suficiente para pedir y suplicar que asi se acordase”.
En 1865 fue concejal del Ilustre Ayuntamiento del Distrito Federal. Allí defendió a Andrés Bello de algunos detractores que se negaban a colocar su retrato en el Salon de Sesiones. Presidió la Facultad Médica de Caracas. Fue vicerrector de la Universidad Central de Venezuela en 1870.
Su carácter era alegre y festivo. Tuvo muchos éxitos en su práctica médica. En 1873, siendo presidente del Consejo Municipal del Distrito Federal (Gobernador) inauguró los carnavales de Caracas. Un cuarteto recuerda esa momento:
Gloria, Gloria a Don José
que inauguró el Carnaval
esta fiesta sin igual
promovida por él fue.
El Doctor José Briceño fue también catedrático de Higiéne y Fisiología de la facultad de Medicina de la UCV y fundador de la Academia Nacional de Historia. Recibió La Órden del Libertador y la Medalla de Instrucción Pública.
Escribió mucho. Entre sus obras tenemos: Fisiología: Experimentos que prueban que el nervio glosofaríngeo es el especial del gusto, Colera Morbus, el Gremio Médico en Caracas en el año 1877, La Espada Redentora de los Humanos; una biografía de su tío, el Doctor Antonio Nicolás Briceño.
El Doctor José de Briceño fue un médico práctico destacado. El 17 de marzo de 1853 la facultad médica, por proposición del Dr. Toribio González, autorizó a su director, Dr. José de Briceño, para que manifieste al Gobierno la aparición bien comprobada de la fiebre amarilla en Caracas y sugerir las medidas de órden sanitario convenientes. El Dr. José de Briceño pasó sus últimos días en su fundo agrícola.
El Doctor Francisco Antonio Rízquez, su discípulo dijo de él: “Aquel viejo de voz recia, de mirada escudriñadora, de hablar ameno, ocupando la curul donde se había sentado el que llamaba invariablemente con tono de respetuosidad, hoy anacrónico, el Doctor Vargas, me impresionó honda y gratamente... Pepe Briceño, como familiarmente le llamábamos a espaldas sus discípulos, era un catedrático sugestivo hasta donde podía serlo en aquella materia, cuando se acostumbraban las prácticas anatómicas de obligación”.
El Colegio Federal de Calabozo es llevado a Primera Categoría y otorga títulos de Doctor en Ciencias Médicas
El Doctor Campins y Ballester abrió en la Universidad de Caracas la cátedra de Medicina el 10 de octubre de 1736. En 1775 la Universidad de Caracas otorgó el título de Bachiller en Medicina a José Francisco Molina, procedente de Puerto Cabello. En esa época los estudiantes cursaban tres años de latín, tres de filosofía y tres de bachillerato en medicina. Para recibir el título de Doctor en Medicina se requerían tres años más de estudios.
La facultad de Medicina de Caracas fue instalada en 1827 con las reformas programadas por Vargas y refrendadas por Simón Bolívar.
Otras ciudades del país no se quedaban atrás con respecto a las cátedras de medicina. El Real Colegio de Mérida fundó su cátedra de Medicina en 1805. En 1850 el Colegio de Cumaná abrió su primer curso de medicina. El Colegio de Carabobo inauguró un curso médico en 1852. En 1854 lo hizo Maracaibo. La Escuela Médica de Guayana empezó a funcionar en 1858.
Desde el 8 de junio de 1875 se reorganizaron los colegios de la República y se crearon otros en cada capital de Estado. Se dividieron los colegios en tres categorías: Federales, Seccionales y de Primera Categoría. Estos últimos tenían la función de administrar tanto la enseñanza secundaria como la superior. El nombre de primera categoría servía para distinguirlos de los simplemente Colegios Federales que estaban unicamente destinados al suministro de la enseñanza secundaria.
Entre los colegios de primera categoría con escuelas de medicina estaban el de Falcón – Zulia, creado en 1881 y el de Barquisimeto fundado en 1884.
El colegio de primera categoría de Calabozo fue decretado el 29 de agosto de 1883, y podía otorgar los títulos en Ciencias Políticas, Ciencias Eclesiásticas y Ciencias Médicas.
Los colegios de primera categoría que tenían escuelas de medicina por lo general contemplaban en sus programas las siguientes materias: primer año, Anatomía General e Higiéne; segundo año, Anatomía Descriptiva y Fisiología; tercer año, Patología General, Cirugía General y Medicina Operatoria; cuarto año, Patología Interna, Cirugía Especial y Obstetricia; quinto año, Química Orgánica, Terapéutica y Materia Médica, y sexto año, Medicina Legal y Toxicología. El programa de la facultad de Medicina del colegio de primera categoría de Calabozo se diferencia muy poco del arriba descrito.
La facultad de Ciencias Médicas la conformaban el Doctor Estanislao Landaeta en la presidencia; Ignacio Oropeza Blanco en la Vicepresidencias; el Doctor Cecilio Sarmiento en la secretaría; y los vocales Pedro María García, Miguel Antonio Montiel, Juan Bautista Rodríguez, José Francisco Delgado y Antonio María Parra.
En 1883 se inician las clases. El Dr. Oropeza enseña Anatomía y el Dr. Landaeta se encarga de Higiene. Nueve estudiantes se inscriben, entre ellos Vicente Viana Camacho, Lazo Martí, Carlos Segundo Madera y José María Carreño Pérez.
Vicente Viana Camacho obtuvo su título de Doctor en Ciencias Médicas en 1890 y luego en la Universidad Central de Venezuela se graduó de Agrimensor Público y de Procurador Judicial. Se dedicó a la abogacía y fue presidente de la Corte Suprema del Estado Guárico. Defendió el derecho de Calabozo para ser capital del Estado. Nació en 1864 y murió en 1948.
En 1888 reciben su título de Bachiller en Ciencias Médicas Lazo Martí, José María Carreño y Carlos Segundo Madera.
José María Carreño Pérez nació en Calabozo en 1868. Fue un gran orador. En 1911 pronunció un memorable discurso con motivo de la inauguración de los servicios públicos en el Hospital de San José de Calabozo. Escribió para el periódico Argos. Publicó El Centenario de la Independencia. Murió en 1912.
Carlos Segundo Madera nació misión de Los Angeles en 1861. Ejerció la medicina como un verdaderoapostol. Compartió su profesión con el periodismo y la poesía. Fue amigo de Lazo Martí, este le dedicó el poema Hojas de Hiedra. El 8 de febrero de 1887 es designado profesor de inglés en el colegio. Fue muy querido y apreciado por su talento y gran calidad humana. Murió en Calabozo en 1927.
Angel Rafael Acosta dice: “El Doctor Carlos Segundo Madera nace en el año de 1861 y muere en Calabozo en 1927. Hijo de Urbano Madera y Mercedes de Madera, gente humilde y trabajadora. Su padre fue campesino y agricultor en la Misión de Arriba y hombre de recia formación llanera acostumbrado a las labores del campo en vegas y prados de su propiedad existentes para ese entonces en las costas del río Guárico. Madera resultó el más destacado de sus seis hermanos: Agapito, Ceferino, Manuel, Rosaura, Felícitas y Simona. Joven ingresa al Colegio Federal de Primera Categoría llamado “Guzmán Blanco” que existió en Calabozo en las décadas finales del siglo XIX bajo el rectorado, primero, del notable pedagogo Angel Moreno y Fernández y más tarde, de don Evaristo Fombona, abuelo de Rufino Blanco Fombona. Allí cursa sus estudios de Medicina hasta obtener el doctorado. Contemporáneo del poeta Francisco Lazo Martí y el periodista, abogado y tribuno Filiberto Rodríguez Motamayor, sus dos entrañables amigos, el doctor Madera cultivó asimismo, dentro de la cátedra y los estudios, la amistad y el compañerismo de José María y Francisco Carreño, de Arístides Landaeta, Rafael Parra y otras figuras que sobresalieron como profesionales y científicos.
Negro de pelo achicharronado, como se ve en la gráfica; caballero y ciudadano de altas virtudes; culto en el hablar y fino en la cortesía y el trato social, Carlos Segundo Madera, por las mismas cualidades humanísticas que le singularizaron en su vida de hombre y de científico, gozó de acendrado aprecio en la sociedad de su tiempo. Fue compadre de sacramentos de Filiberto Rodríguez Motamayor, de Vicente Viana Camacho, de José Rafael Viso, de los doctores Luis Ascanio García y Miguel A. Espinosa y del General Juan Andrés Acosta. El poeta Lazo Martí, además de honrarle con su amistad, le dedicó en vida varios de sus magistrales poemas. Llevó a la pila bautismal en Calabozo a Marco Aurelio Rodríguez, a Pedro Viana González, a Rafael Angel Viso Pittaluga, a José Ramón Ascanio Rodríguez, al Dr. Alfonso Espinosa y al que esto escribe. El doctor y general Roberto Vargas, hombre parco en el elogio de los mismos, ponderaba siempre los méritos del Doctor Madera diciendo que era un médico de piel negra pero que tenía el alma blanca. El pueblo calaboceño lo recuerda con cariño desde la época de la gripe española cuando el científico y el hombre se conjugaron en alma y corazón para socorrer a los enfermos con solicitud y humanidad víctimas de la tremenda epidemia.
Madera, el médico, el amigo y el compañero, lloró como el que más la muerte de Lazo Martí. Cuando el poeta, en el mismo año de su fallecimiento, regresa de Barinas a Calabozo y lo ve partir, dramáticamente deshecho por la enfermedad, rumbo a Caracas y Maiquetía en solicitud de alivios para sus graves quebrantos, exterioriza a persona de su intimidad los temores y la angustia que le embargan ante la deplorable salud del bardo llanero. En ese amargante trance sentimental, por la piel oscura del galeno calaboceño, rodaron a hurtillas encendidas lágrimas de dolor”. (41)
El segundo año de Ciencias Médicas se inicia en 1884. Anatomía Descriptiva enseña Cecilio Sarmiento; y Fisiología es dictada por Estanislao Landaeta.
El Dr. Cecilio Sarmiento además de médico era escritor, periodista y orador. Se destacó como impulsor de la cultura regional. Fue tambien vicerector del colegio de primera categoría de Calabozo en 1882. Escribió la obra “Sobre la loza de mi amigo Clemente”.
En 1884 la facultad de Ciencias Médicas atraviesa una crisis: No hay instrumentos quirúrgicos ni esqueletos para los estudios.
En 1885 José Gregorio Domínguez es nombrado para regentar la cátedra de Anatomía y se inicia el tercer año de medicina con Patología General, Cirugía General y Medicina Operatoria. El Dr. Francisco Monroy González es presidente de la facultad de Ciencias Médicas.
Francisco Monroy González nació en Calabozo en 1860. Fue tambien escritor y periodista. En 1886 junto con el Dr. Estanislao Landaeta publicó el periódico La Palabra en el cual se emitían opiniones científicas y literarias. En 1888 fue Rector del colegio. Fue profesor de Patología Interna y General, comisionado del Ministerio de Sanidad. En 1883 pronunció en la Sociedad Amigos del Saber el discurso “¿Tiene el pueblo de Venezuela la suficiente educación para regirse por el sistema federal?”. Como médico recorrió el Guárico aplicando sus conocimientos a favor de la salud de sus pobladores. Murió en 1932.
El 14 de diciembre de 1885 son nombrados Monroy para dirigir la cátedra de Patología General e Interna; y Cecilio Sarmiento en la de Cirugía y Obstetricia.
En septiembre de 1885 se inicia el cuarto año de medicina con Patología Interna, Obstetricia y Cirugía. Lazo Martí da clases de alemán.
En 1887 el quinto año de medicina arranca con Química Inorgánica, Terapéutica y Materia Médica. Las prácticas las realizan los estudiantes durante dos años en la clínica del Hospital de Beneficiencia de Calabozo. En la clase de Anatomía carecen de los instrumentos necesarios.
En 1888 en el sexto año de medicina se estudia Química Orgánica, animal y vegetal, Medicina Legal y Toxicología.
Ese mismo año aparece el Dr. José Ignacio Oropeza Blanco como profesor de Anatomía General y Descriptiva. El sueldo de un profesor es de 120 bolívares. Comienzan sus estudios médicos Carlos Hulsen, Paulo Emilio Landaeta, Francisco García, José Tomás Crúces y Rafael Parra.
En 1893 la facultad de Ciencias Médicas estaba dirigida por Estanislao Landaeta como presidente y Monroy González en la vicepresidencia. Los vocales eran José María Carreño, Juan Bautista Rodríguez, Guillermo Rodríguez, Arístides Landaeta, Carlos Segundo Madera, Viana Camacho y Luis Ascanio.
Luis Ascanio nació en Calabozo en 1868. Fue médico y poeta. Escribió sobre literatura, historia y temás científicos. Realizó una obra humanitaria importante. Murió en Calabozo en 1953.
En 1894 obtienen el título de Doctor en Ciencias Médicas Francisco Carreño, Paulo Emilio Landaeta, Carlos Hulsen y Rafael Parra Soto.
Paulo Landaeta nació en Calabozo en 1870. Fue un médico dedicado a los pobres, a quienes atendía y regalaba los medicamentos. Se le recuerda como hombre honorable y cortez. Contrajo matriomonio con Margarita Lazo Martí, hermana del poeta.
En 1895 comienza un nuevo curso de medicina con cinco alumnos. Los profesores son Monroy González y Paulo Landaeta. José María Carreño trabaja en el tercer año.
En 1897 Lazo Martí es vicerrector del colegio y dicta clases de Patología Interna a los alumnos del cuerto año. Además funcionan el segundo y el quinto año. Los estudiantes de éste último curso se retiran del colegio y se incorporan a la carrera de medicina en la Universidad Central de Venezuela.
A principios del siglo XX desapareció el Colegio de Primera Categoría de Calabozo.
El primer Médico graduado en Guárico
El primero en recibir el título de Doctor en Ciencias Médicas en el Colegio de Primera Categoría de Calabozo fue el bachiller Antonio María Parra. El jurado examinador lo constituían Miguel Antonio Montiel, Juan Bautista Rodríguez, Ignacio Oropeza Blanco, Estanislao Landaeta y Cecilio Sarmiento. El examen se realizó en el Salón de actas del Colegio el 17 de noviembre de 1883. Veinticuatro horas antes Parra había escogido su pregunta a la suerte. Su tema era “Todo paciente bajo la influencia de caquexia palúdica si no puede huir del paludismo (la causa) esta fatalmente condenado a muerte”. Hizo su exposición. En el examen se trataron puntos como la fiebre intermitente de los niños de pecho y de la segunda infancia y su diferencia con los adultos, y la afasia como accidente raro de la infancia.
Cada examinador interrogó a Parra por media hora. Lo aprobaron con la calificación de sobresaliente. El candidato pidió el grado de Doctor acompañado del Monseñor Sendrea. El Rector le impuso el grado con el Busto del Libertador.
El segundo grado de Doctor fue concedido al bachiller Juan José Bracho el 10 de noviembre de 1885.
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